
Los hijos de Abraham
«¡Puertas de luzz y de pazz se mozz abran!» habrán dicho en Tetuán y Tánger al enterarse de la buena nueva con que Janucá 5781 nos sorprende con el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y Marruecos, como parte de los Acuerdos de Abraham promovidos por Estados Unidos, por lo que Jerusalén ha normalizado sus nexos con los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán. Si ya la noticia de la apertura de puentes de paz con varios países pertenecientes a la Liga Árabe, que en conjunto había suspendido todo contacto con el Estado judío –a excepción de Egipto y Jordania–, el buen gesto entre los gobiernos marroquíes e israelí les dan una nueva oportunidad a negociaciones directas con los palestinos, cuyos dirigentes han rechazado sistemáticamente toda solución al conflicto, como cuando re-chazaron los acuerdos de Camp David en 2000, entre Ehud Barak y Yas-ser Arafat, momento en que Israel concedía parte de los puntos más im-portantes de las exigencias árabes, pero que fueron dinamitados desde los extremismos tanto internamente como en los territorios palestinos, con la intifada de ese mismo año. En agosto de 1989, los periodistas de Nuevo Mundo Israelita visitaron el Centro Islámico de Venezuela en ocasión de la inminente inaugura-ción de la Mezquita de Quebrada Honda. Su presidente Muhammad Ab-dul Hadi, reconoció entonces que en una oportunidad el embajador de Marruecos en el país le había confesado que él era el representante de los sefardíes magrebíes, puesto que en casi toda su totalidad la comuni-dad marroquí en el país era de confesión judía. Hasta principios del año 2009, cuando Marruecos rompió relaciones con Venezuela, el embajador marroquí era un convidado de honor en la AIV y esta a su vez en la casa del embajador en el Country Club, en ocasión de la celebración de la Independencia del país norafricano. Para la comunidad sefardí de Caracas, que en su inmensa mayoría tiene nexos con el Magreb, la noticia de que Mohamed VI y Benjamín Ne-tanyahu hayan aceptado formar parte de la normalización de relaciones es bienvenida, porque la identidad colectiva está construida con cuatro pilares en cuatro continentes: Venezuela, Israel, Marruecos y Sefarad. ¡Con mazal alto para munchos años!
Índice
La actividad cultural se muda a Zoom CESC y Museo Sefardí hacen frente a la NUEVA REALIDAD
En un limbo muchas solicitudes de nacionalidad española por ASCENDENCIA SEFARDÍ
AIV da respuesta institucional a solicitudes irregulares de NACIONALIDAD ESPAÑOLA
LA COMUNIDAD JUDÍA DE DUBÁI se abre vacilante en las sombras
LOS JUDIOS DE DEBDÚ
El castellano: ¿idioma nacido en AGUAS JUDÍAS?
Vinculación genealógica de MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA con sus antepasados judíos
LA JUDERÍA SEFARDÍ OCCIDENTAL y la biblioteca de la yesibá Ets Haim en el Ámsterdam moderno temprano David Sclar
Un encuentro entre SEFARDÍES Y ASKENAZÍES en Tierra Santa en los siglos XVIII y XIX
La Torá del Jajam JOSÉ FAUR
Faur sobre LOS BORDES DEL SIGNIFICADO
Publicado en Tercera Epoca | Etiquetado 2020, Nisan – kislev