Un proyecto en busca de colaboración y apoyo: DOCUMENTAL SOBRE LA MÚSICA LITÚRGICA SEFARDÍ, Por Elías Barrocas Levy

Por Elías Barrocas Levy

Una idea lanzada a través de la «Ladinokomunita », un grupo creado hace diez años para la promoción del judeoespañol por medio de la Internet parece haber llegado a la fase de «proyecto” ».

El proyecto en sí ha recibido el apoyo de muchos participantes de la LK y ha repercutido especialmente en la comunidad sefardita de Turquía, donde en pocos días se creará una comisión para llevar a cabo algo que aún está en ciernes.

La idea es hacer un documental acerca de la música litúrgica sefardí, tanto en hebreo como en judeoespañol, a la vez que muestre las principales sinagogas históricas de Europa (y quizás también de América), intentará mostrar al mundo judío en general y al sefardí en particular, la enorme creatividad en el campo de la tradición familiar y religiosa que comenzó con los levitas en el Beit Hamikdash de Jerusalén hace más de veinte siglos, continuó con las tradiciones palestinas y babilonias y con la introducción de los piyutim por parte de los paitanim (cantores) del siglo VI.

La creatividad de los grandes poetas y místicos devocionarios sefarditas de la Época de Oro en la Península Ibérica, tales como Yehuda Haleví, Ibn Gabirol, Ibn Labrat o de Shelomo Alkabetz que compuso el Lejá Dodí en Safed en el siglo XVI, y de muchos otros, que tras ser musicalizados, pasaron a formar parte de la liturgia sefardí y que a pesar de los siglos transcurridos, aun pueden escucharse (apenas sin variar), en Israel, Turquía, Marruecos y en todas las sinagogas y casas alrededor del mundo, forman parte de lo que se ha dado en llamar «el legado sefardí».

Muchos cantos fueron traducidos al judeoespañol e interpretados por los jazanim o por la familia en sus casas. La Hagadá de Pésaj en ladino, cantos de Shabat como el Birkat Hamazón, El Dio Alto, Ya Sinior del Mundo, Buenas Semanas mos de el Dio, El Cantar de los Cantares, la Ketubá de la Ley en Shavuot, o las traducciones de la Akedá (sacrificio) de Yitzjak en Rosh Hashaná y otras tantas que están a punto de perderse y es necesario perseverar en recopilarlas y no sólo registrarlas en libros.

Probablemente el documental tendrá como efecto colateral la edición de la música en forma de CD.

El maestro Izzet Bana, de Estambul; internacionalmente reconocido por su incansable labor de cuarenta años en el campo de la música del ladino, como director del afamado grupo Los Pásharos Sefaradís y del coro infantil Estryikas de Estambol, así como del CD Zemirot que recoge los cantos sinagogales más representativos del Shabat de la tradicional músical sefardí-otomana y con una fascinante instrumentación. Él ha acogido con verdadero entusiasmo el proyecto: «Ama, esto areyeva munchas parás», nos escribe Bana.

Este proyecto necesitará de la participación de investigadores, músicos, cantores y de todo un equipo de filmación y coordinación. Serán necesarios dos cosas: apoyo moral y financiero. Este es un «proyecto de todos y para todos», de los individuos, de los rabinos y jazanim, de las congregaciones, de la Federación Sefardí Mundial, de las Federaciones regionales, de las Escuelas de Estudios Judíos y Sefardíes de las Universidades.

Esto no es crear un museo, esto es volver a sacar al mundo algo de esa vivencia que es parte intrínseca del alma judeoespañola, religioso o no. Aquí estamos hablando de cultura y educación sefardí, y por tanto de identidad e identificación. Este proyecto audiovisual se que tendrá una enorme trascendencia en muchos aspectos que aun no podemos conmensurar, es una necesidad.

Al igual que las recopilaciones de cantos, cuentos, leyendas, refranes del ladino, la música sinagogal tuvo, y tiene, un enorme valor literario y tradicional que pide a gritos ser preservada.

En mi infancia había un gabay que solía decir : «Al Dio le place sintir voces». En las próximas semanas estaremos rogando Shemá Kolenu (escucha nuestra voz), entonces procuremos que esas voces de antaño sigan oyéndose en las futuras generaciones.

Nos toca a todos ahora hacer sentir nuestra voz… espero que así sea y que este enorme esfuerzo vea la luz muy pronto. Ke seya en la buena ora!”.