Tras los pasos de los judíos venezolanos

Desde hace más de un lustro, el doctor Abraham Levy Benshimol, con la misma rigurosidad científica que aplicó a su trabajo como investigador en el área de la bioquímica, se propuso escudriñar en los anales de la historia reciente de la comunidad judía de Caracas, empujado por la necesidad entrañable de dejar testimonio de su aporte a la sociedad venezolana.

Como hijo ilustre de Los Teques, Levy Benshimol acrisola su identidad judía con la venezolana con naturalidad y sin complejos, lo que lo hace el candidato ideal para encontrar personajes simbólicos entre las páginas de los periódicos comunitarios y entre los recuerdos de quien ha estado prácticamente toda su vida compartiendo las inquietudes de la vida moderna con la procura de soluciones a los problemas de la vida judía en el país.

Mediante la vida de veinte personalidades, la comunidad judía de Venezuela se va presentando a lo largo de las páginas de Dejando Huella como un grupo humano preocupado no sólo por su desenvolvimiento grupal, sino por darle realce al país. Desde un Mevorah Florentín, que desde la Sociedad de Ciegos impulsó la lectura braille, pasando por Baruj Benacerraf, único premio Nobel nacido en Venezuela, se va hilvanando la historia de una comunidad empeñada en aportar y destacarse.

Por las páginas del libro sobresalen políticos (Paulina Gamus y Ruth Lerner de Almea); científicos (Siegbert y Elly Holz, Gabriel Chuchani y Estrella Laredo); ingenieros (Paúl Lustgarten); artistas y escritores (Isaac Chocrón, Reina Herrera, Thea Segall, Margot Benacerraf y Amador Bendayán); gerentes de la cultura (Sofía Ímber y Gustavo Arnstein); médicos (Rubén Merenfeld, Henrique Benaím Pinto); juristas (René de Sola) y rabinos (Pynchas Brener).

Como toda antología, ésta está incompleta. En el acto de presentación del libro, en la que hablaron tanto el autor, como el prologuista, Atanasio Alegre, y la poetisa Sonia Chocrón quien hizo de presentadora, el doctor Abraham Levy Benshimol dejó colar la idea de una segunda parte que incluiría otras personalidades judías que han marcado la historia del país.

El libro se editó gracias a los aportes individuales de Aquibá Benarroch, David Bittán, David Benzaquén, Ives Harrar, Johnny Levy, Fortunato Melul, Amram Nahón y Luis Rúah, y contó con el apoyo logístico del Centro de Estudios Sefardíes de Caracas y del Museo Sefardí de Caracas Morris E. Curiel.