Rab. MORDEJAY ELIAHU: en memoria del Rishón leTzión, Por Rab. Iona Blickstein

Por Rab. Iona Blickstein

El Rishón LeTzión, Rabí Mordejay Eliahu, gran rabino de Israel, nació en la ciudad vieja de Jerusalén. Su padre era el rabino Salman Eliahu y su madre era Mazal Tov Tzadka, hija de una familia de rabinos de Bagdad. Su padre hizo aliá a Éretz Israel, por consejo de su mentor, rabí Yosef Jaym, de Bagdad, autor del libro Ben Ish Jai y era uno de los sabios más importantes de su época. El rabino Salman era cabalista.

Desafortunadamente, rabí Mordejay quedó huérfano a temprana edad: once años tenía cuando falleció su padre. Su madre era la hermana del rabino Yehúda Tzadka, director de la yeshivá de Porat Yosef, decana de las academias rabínicas sefaradíes y nieta de la hermana del Gran Rabino de Bagdad, Yosef Jaym. Allí Estudió y fue alumno de rabí Ezra Atye.

En la guerra de Liberación de 1948, ayudó junto con otros jóvenes en la defensa de la Ciudad Vieja. El rabino Eliahu estuvo en contacto con los grandes religiosos de la época: el rabino Abraham Yeshayahu Karelitz (Jazon Ish) y el rabino Itzjak Nisim estuvo en contacto muy cercano con el gran cabalista Mordejay Sharavi y con rabí Israel Abuhassira (Baba Sale); Rab. MORDEJAY ELIAHU: en memoria del Rishón leTzión.

En el año 1960, recibió el título de dayán o juez por el Gran Rabinato de Israel y fue nombrado como tal en el Tribunal Rabínico de Beersheva, siendo el juez más joven de su tiempo. Después de cuatro años, fue trasladado al Tribunal Rabínico de Jerusalén. En el año 1967, fue nombrado miembro del Gran Tribunal. En 1983 fue elegido como Rishón LeTzión y Gran Rabino de Israel, en lugar de Ovadía Iosef.

Sus fallos halájicos se destacan por estar basados en la escuela del Ben Ish Jai, y no como los de Ovadia Iosef, que escribía los suyos según rabí Yosef Caro, autor del Shulján Aruj. En sus veredictos se notan las enseñanzas de la Cábala, especialmente del Rav HaAri (rabí Itzjak Luria).

Se debe destacar que, a pesar de que sus sentencias eran muy severas, cuando se trataba de temas comunitarios; pero, cuando concernía al interés nacional, ejército y nuevos asentamientos, eran más flexibles, pues medían y analizaban todos los aspectos para el bien de la sociedad y el Estado.

El rabino Eliahu ejerció su ministerio junto a Abraham Elkaná Kahana Shapira, que fungió como gran rabino askenazí hasta finalizar su mandato en 1993. Después de finalizar su ejercicio como Gran Rabino de Israel, fue reconocido como líder del sector nacional religioso. Muchos se acercaron a él en busca de consejo y guía espiritual.

El rabino Eliahu tenía un puesto en el reconocimiento por su conocimiento de la Cábala y por ser hacedor de milagros; repartía bendiciones y consejos a los que así lo pedían.

Él y su esposa, la rabanit Tzvia, hija del rabino Nisim Azran, director de la Yeshivá Beit, fueron bendecidos con cuatro hijos, tres varones y una hija.

Uno de sus hijos, Shmuel Eliahu es el gran rabino de la ciudad de Safed, mientras que su otro hijo Yosef sirve como Rosh Kolel, director del Instituto Superior de Rabinos «Darkei Horaa», situado en Jerusalén, que prepara a los dayanim o jueces que servirán en todo Israel y en las comunidades de la Diáspora; su hijo Shlomo es director del ministerio de Construcción y presidente de la editorial que publica los libros del Rabino.

Al principio del siglo XXI, Mordejay Eliahu tuvo una gran influencia sobre los «Centros de Torá», que agrupan a jóvenes que estudian y enseñan la Ley judía a los habitantes de cada lugar que están esparcidos por todos los puntos del país, en las ciudades de desarrollo como en las ciudades del centro de Israel. El rabino fue presidente del Fondo Moréshet, y hasta el año 2005 ayudó a la formación de muchas casas de estudio, que fueron un factor importante en la propagación de la Torá entre los diferentes círculos de la sociedad israelí.

Después de la decisión de gobierno israelí de retirarse de Gaza, el Rabino participó en numerosas manifestaciones en las cuales expresó su firme protesta por la medida adoptada y dijo que los soldados podían rehusarse a cumplir la orden de sus oficiales de desalojar a los habitantes de Gush Katif . «Les diría que digan a los comandantes del Ejercito que el desalojo de hombres mujeres y niños de Éretz Israel, no es justo ni ético y que no cumplirán la orden hasta que reciban el fallo del Gran Rabinato de Israel».

Semanalmente el rabino Eliahu daba su clase magistral en su sinagoga situada en Kiryat Moshé, en Jerusalén, el cual era transmitido vía satélite a cientos de personas en el país y fuera de el. Estas clases fueron reproducidas en el semanario Kol Tzofaij y han sido leídas por miles de personas que encontraban en sus palabras la guía para el entendimiento del momento histórico-espiritual en que se encontraban.

Su obra bibliográfica es extensa y abarca muchos temas: Halajá (Leyes) y jurisprudencia, Ética y Moral, responsa sobre temas actúales, discursos, libros de rezos diarios y festividades, acompañados por explicaciones e instrucciones para facilitar el servicio a Hashem.

Entre sus títulos: Maamar Mordejay (sobre la Shemitá, año de Remisión), Tzror Hamor (leyes de duelo), Dibrei Mordejay (Comentario de la Torá y de las festividades) Preguntas al Gran Rabino (durante los años en que fungió como tal) y muchos otros que abarcan todas las facetas de la vida judía en Éretz Israel y la Diáspora.

Muchos son los relatos que cuentan sobre sus actos que revelaban su buen corazón, inteligencia su sabiduría, su humildad, santidad y conocimientos en todas la materias de la Torá, rigiendo su vida según las enseñanzas de la Cábala. He aquí algunos: Cuando venía un enfermo a pedirle la bendición o cuando le traían el nombre de un paciente para que rezase por su pronta y completa cura, el rabino lo bendecía; pero, a cada uno expresaba su deseo de una manera diferente, a unos les recitaba el versículo «Envía Su palabra y los cura»(Tehilim o Salmos107:

20); otras veces les decía bari Ulam «su fuerza será vigorosa» (ídem, 73:4). En distintas oportunidades pedía que le hicieran algo especial, agregando «!De inmediato!»

El Rabino hacia lo imposible para hacer las paces entre «hombre y semejante», entre los hombres y Hashem y entre marido y mujer para evitar un divorcio, esto lo hacia con su tacto y inteligencia. He aquí uno de esos episodios, relatado por el propio Rabino:

«Un hombre de muy buena posición económica decidió divorciarse de su esposa sin razón alguna. Llegaron los dos al Tribunal, conversé con él; pero, no pude convencerlo; le pedí que regresen al día siguiente. Fui a uno de sus amigos que era su competencia comercial y le dije: “¿Quieres que te regale un mes de mi ‘Olam HaBá’? (mundo venidero). El hombre estuvo de acuerdo; entonces le dije: “Ven mañana a mi oficina y acércate a mío y susúrrame algo al oído” . Así fue; en ese momento, levanté la voz y a gritos dije: “¡No puede ser!

¡Qué atrevimiento!” El esposo se acercó a mí y trató de calmarme. “No puedo en mi estado ocuparme de su asunto… ¿Usted sabe qué me dijo? Que después de que usted se divorcie de su esposa, el se va a casar con ella. Cuando terminó de escuchar mis palabras, le dijo a su mujer que se fueran a casa».Y no hubo divorcio.

Dijo el Rabino que para hacer las paces entre un hombre y una mujer, se puede mentir y hasta borrar el nombre de Hashem. Como estos y muchos relatos más circulan entre los allegados del Rabino, señal del amor y la gran estima que le profesaban.

Rabí Mordejay Eliahu falleció el 25 de Siván de 5770, 7 de junio 2010, después de dos años de sufrir de una enfermedad y fue enterrado en Har HaMenujot al lado del Rab. HaJidá, rabi Iosef David Jaym Azulay, a quien 50 años antes ayudó a transportar sus restos desde la ciudad de Liorna, Italia.