Palabras de la presidente del CESC MOISÉS GARZÓN SERFATY

Miriam Harrar de Bierman

Es un honor para mí poder dirigirme hoy a ustedes, miembros y líderes de la Federación Sefaradí Latinoamericana –FeSeLa– para reconocer la labor de uno de sus miembros: nuestro querido amigo, el doctor Moisés Garzón Serfaty.

Moisés es un dirigente judío comunitario. Ahora bien, ¿qué significa serlo? Para intentar responder esta pregunta me apropiaré de las palabras del rabino Iona Blickstein el cual cito: «No hay pueblo en el mundo que tenga una tradición ininterrumpida de miles de años como el pueblo de Israel y es por eso que hoy los líderes deben recordar que están sentados en la silla de Moshé, nuestro maestro, del rey David y de todos los grandes dirigentes de Israel a lo largo de la historia, y esto es una gran responsabilidad».

Para intentar hablar de alguien, de su mérito, de su trayectoria, hay que recurrir sin duda a su currículo, buscando en ese montón de palabras el sentido, la ilación que nos permita describir a un hombre en distintas etapas de su vida.

Tras leer el currículo de don Moisés queda latente todavía la pregunta de cómo se formó este líder comunitario judío y, sin duda, Moisés, que es un hombre piadoso, estará de acuerdo con que es la Ley a la que debemos dirigirnos para tratar de dilucidar su liderazgo.

En la Torá, tanto escrita como oral, están delineadas las cualidades básicas para un dirigente del pueblo de Israel. Dice allí que este debe tratar a cada persona con amor, igual que lo hace una madre con su hijo (Ram-bam); debe ser misericordioso con grandes y pequeños y procurar por todos los medios su satisfacción; debe ser como el pastor que va adelante y arrastra hacia el a todo el rebaño con mano fuerte y segura (Bamidbar 27:15).

A la vez debe ser humilde, recibir el liderazgo del pueblo de Israel con reverencia(Bamidbarídem). El dirigente, dice la Torá, debe ser sincero y profundo frente a su pueblo, tal como lo anota Maimónides (Berajot 34:1): «Du-rante la oración de las Shemoná Eser Berajot(‘Amidá o Dieciocho Bendiciones) el líder debe inclinarse y levantarse solo de último». Asimismo, debe ser sensato, usar la razón, has-ta para incriminar a alguien (Guía de los Per-plejos 1,54 Maimonides), incorrupto, alejarse del patrimonio mal habido, no ser codicioso, no tener demasiada plata ni oro (Devarim17:17), tener solo lo suficiente para mantener la estructura de su gobierno (Séfer Hayekarim4:26); debe ser valiente para defender a su gente, tal como el pastor defiende a su rebaño del león (Hayekarim, ídem),; sincero defensor del pueblo judío como todos sus antepasados que lucharon por Éretz Israel. Debe ser inmu-ne a la adulación, honrar a los estudiosos de la Torá (Rambam, Melajim 2:5) y, sobre todo, un líder debe ser devoto de Hashem

Generoso, sincero, valiente, sensato, inteli-gente, desprendido, inmune a la adulación, devoto… Todos los que conocemos a Moisés po-demos dar fe de ello y de otras cualidades más.

Moisés es un defensor de la cultura sefardí, toda una vida dedicada a ella lo demuestra. Un visionario, un trabajador insigne, un crea-dor, como un mago de instituciones prestigiosas como la que hoy presido: el Centro de Estudios Sefardíes de Caracas. Un ideólogo junto con sus compañeros Jacob Carcien-te, Abraham Levy, hoy acá, Amram Cohén (Z’L), que le dieron vida también al Museo Sefardí de Caracas. Fundador de la revista Maguén–Escudo: la publicación sefardí más antigua de América Latina, viva hasta el día de hoy, de la cual fue por décadas director, editor, corrector, escritor y demás hasta en el año 2009. Asimismo, fundador y presidente de FeSeLa, presidente y miembro honorario de la Asociación Israelita de Venezuela, pre-sidente de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela –CAIV-, institución techo de la comunidad judía venezolana, vi-cepresidente de la Federación Sionista de Ve-nezuela, de la cual es presidente honorario… ¡Tantos rubros, tantos méritos!…

Moisés es un judío sionista, amante de nuestra Tierra, Israel, miembro de varios congresos sionistas, de la Agencia Judía, pre-sidente del Keren Kayémet LeIsrael y de otras instituciones sionistas.

¿Cómo puede una sola persona ser tanto? Esposo y padre ejemplar, profesional, escritor, poeta y, además, dedicarle tanto tiempo a su comunidad. Es sin duda un ejemplo para todas las generaciones y me voy a permitir solicitarles a los jóvenes que hoy nos acompañan, que observen con cuidado, que piensen por un momento en todo lo que se puede hacer por sus comunidades si se tiene el amor, la pasión, la inteligencia y la vocación de servicio que toda la vida ha caracterizado a Moisés Garzón.

Quiero culminar agradeciendo poder estar hoy aqui, frente a todos ustedes, frente a Moisés y a su esposa, Alegría, para poder decirles a ambos gracias, mil gracias… Am Israel jai,porque personas como usted, Moisés, lo han hecho posible.