LAS CERÁMICAS DE REINA HERRERA en el Museo Sefardí de Caracas

Prensa Museo Sefardí de Caracas
Una exposición en torno a la obra de Reina Herrera, fue inaugurada por el Museo Sefardí de Caracas Morris E. Curiel el domingo 13 de noviembre, en la Asociación Israelita de Venezuela, como un homenaje póstumo a una de las fi guras más prominentes de la cerámica venezolana.
Reina Herrera: legado de vida es el título de esta muestra, que con la curaduría y museografía de Alberto Asprino, ofreció un recorrido por los momentos claves de la obra de esta gran artista, nacida en Marruecos en el seno de una familia judía sefardí en 1923 y fallecida en Caracas en 2014
La exposición contempló un primer acercamiento de carácter antológico con la obra Sin titulo realizada en 1977, de la Colección Ruben Pacheco, que de acuerdo con las palabras del curador Asprino, es una obra simbólica en esta muestra, ya que perteneció al maestro Candido Millán (ya desaparecido), quien fue una persona muy especial para Herrera; y seguidamente aborda la década de los años 80 con la obra Sin título (Cabeza), perteneciente a la colección de la Universidad Simón Bolívar, tiempo y espacio de gran significación en el proceso creativo de Herrera, según describe Asprino.
A continuación se cubrió un espectro expositivo de aproximadamente treinta años, donde
el curador destaca mayormente el trabajo escultórico de la artista en franco diálogo con su obra dibujística, y muestra unos acentos puntuales como son sus herramientas de trabajo y algunos bocetos, para culminar estableciendo otro vínculo cercano al entorno amoroso y familiar, con la obra Sin título (Máscara), realizada en el año 2000 por Herrera e intervenida por Mariana Monteagudo, su nieta quien siguió y heredó su sensibilidad creadora.
Asimismo, dentro de la muestra se incluyó la exhibición de una selección de obras de otros creadores de las artes del fuego, que de alguna manera encontraron en Reina Herrera un ejemplo por seguir, como son Josefi na Álvarez, Alberto Asprino, Esther Alzáibar, Jorge Barreto, Guillermo Cuéllar, Rodrigo García Alejo, Maruja Herrera, Noemí Márquez, Mariana Monteagudo y María Pont.
Residenciada en Venezuela desde 1935, Reina Herrera realizó importantes aportes dentro del ámbito de las artes visuales venezolanas,tanto por su vasta producción creativa, como por su labor docente en la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas durante más de tres décadas y en el Taller de Cerámica del Instituto de Diseño de la Fundación Neumann por dos años, transmitiendo sus conocimientos a muchas otras generaciones de ceramistas.
Su amplia actividad expositiva a lo largo de 50 años incluyó exhibiciones en los principales
museos, salas y galerías de Venezuela, Turquía, Alemania, Inglaterra, Japón, México, China,Puerto Rico, entre otros países; además fue merecedora de reconocimientos como la mención honorífi ca en el XXI Salón Ofi cial Anual de Arte Venezolano, Museo de Bellas Artes, Caracas, 1960; Premio Nacional de Artes Aplicadas en el XXVI Salón Ofi cial Anual de Arte Venezolano, Museo de Bellas Artes, Caracas, 1966; Premio de Artes Aplicadas, XXV Salón Arturo Michelena, Valencia, Edo. Carabobo, 1967; diploma de honor a la Calidad, Exposición Internacional de la Cerámica Contemporánea, Estambul, Turquía, 1968; mención honorífi ca del jurado especial, Primer Encuentro Iberoamericano de Críticos de Arte y Artistas Plásticos, VI Salón Nacional de las Artes del Fuego, Valencia, Edo. Carabobo, 1978.
«Reina Herrera comprendió las reglas del barro y del fuego para transformarse en alquimista, dejándose llevar por la magia de la tierra, desarrollando durante más de veinticinco años una obra que se convierte en una referencia indispensable en el escenario de nuestras artes visuales. Difícilmente pudieran cuantifi carse esas horas, esos días de enseñar haciendo, de crecer creyendo. Este ha sido su valor de vida y en el fondo, el legado que nos ha dejado» (Alberto Asprino, 1991).
La muestra Reina Herrera: legado de vida, se estuvo presentando del 13 de noviembre al 11 de diciembre en el Museo Sefardí de Caracas Morris E. Curiel, de la Asociación Israelita de Venezuela.