NATÁN NAÉ
Un escándalo se produjo en Marruecos cuando la estación televisiva pública 2M transmitió en abril del 2012 el documental de Kamal Hachar llamado Tinghir-Jérusalem: les échos du Mellah (Tinerhir-Jerusalén: los ecos del Mellah), que habla de un tema tabú en el país magrebí: el éxodo masivo de los judíos marroquíes entre los 50 y 60.
El filme desató una polémica porque reveló un supuesto pacto secreto entre Hassan II, entonces príncipe heredero de la corona marroquí, con el Estado de Israel para permitir la salida de los 250 mil judíos que vivían entonces en el país, amenazados por los radicalismos generados por la creación del Estado y , después, por la guerra de los Seis Días.
Hachar, que fue acusado en el parlamento de traición a la patria y al Islam, contradice con el documental la historiografía oficial que solo señala que Mohamed II protegió a los judíos del avance del nazismo, tanto los que allí vivían como los que fueron como refugiados, pero que silencia el porqué hoy solo hay 3 mil judíos en vez de los 250 mil de antes.
Para la profesora de lengua y civilización árabes de la Sicences-Po de París, Ruth Grosrichard, «Tinghir-Jérusalem da luces para entender la desilusión y el sufrimiento de aquellos judíos marroquíes ante la injusticia de la que fueron víctimas». La idea de Hachar era rescatar la memoria de una parte de Marruecos que se vio obligada a abandonar el país.
El realizador, musulmán con raíces judeobereberes de Tinerhir, considera que la polémica se debe al aumento de un «antisemitismo solapado» desatado por el partido islamista en el poder que se niega a reconocer a los judíos como parte de la historia de Marruecos y no a una supuesta apología a Israel, otro tema considerado casi un delito en los países musulmanes.
Basado en textos de slateafrique.com