Una polémica se desató en Israel por la ausencia de los poetas y escritores sefardíes de sus billetes, al aprobar los nuevos ejemplares de papel moneda que entrarán en vigor en 2014 y que están dedicados en su totalidad a escritores contemporáneos que resultaron ser todos askenazíes.
Los nuevos diseños, aprobados por el Consejo de Ministros, han desatado la polémica y requerido la intervención personal del primer ministro, Biniamín Netanyahu.
«Estoy de acuerdo con que se debería haber dado lugar a los representantes de la comunidad sefardí y de otras comunidades judías»», dijo el primer ministro, al abrir la sesión semanal del gobierno y responder a las numerosas quejas de los últimos días por parte de políticos e intelectuales.
En señal de reconciliación, Netanyahu propuso que el próximo escritor consagrado en futuros billetes sea Yehudá HaLeví, al que describió como «el más grande de todos los poetas del (pueblo de) Israel».
Célebre médico, filósofo y poeta, HaLeví vivió en España entre los siglos XI y XII y sus obras religiosas forman parte de la liturgia judía más importante.
Sus famosas Siónidas, poemas de amor por la distante Jerusalén y su vocación por llegar a la Tierra de Israel (no se sabe con certeza si llegó) son interpretadas por algunos sefardíes como una expresión temprana de lo que ocho siglos después se conocería como sionismo.
Pero, el consenso sobre su decisivo impacto no ha sido suficiente para convencer a la comisión a cargo del nuevo diseño de billetes, que ha elegido a cuatro autores contemporáneos que inmigraron a la Tierra de Israel, todos del este de Europa, es decir askenazíes.
El nuevo billete de 20 shekalim jadashim, (nuevos siclos, unos 4 euros) llevará la imagen de la poetisa Rajel Bluwstein Sela (1890-1931), el de 50 NIS (10-11 euros) la del médico y poeta Shaúl Chernichovsky (1875-1943), el de 100 (20-21 euros) evoca a la escritora Leah Goldberg (1911-1970) y el de 200 (40-42 euros) al poeta Natán Alterman (1910-1970).
«No puede ser que no hayan encontrado un solo autor mizrahí para los billetes», se quejó Arie Deri, uno de los dirigentes del partido ultraortodoxo sefardí Shas.
Otros políticos e intelectuales exhortaron al Gobierno a no perder la oportunidad de «tender puentes» en la fraccionada sociedad nacional mediante los billetes.
Las tensiones entre askenazíes, de un lado, y sefardíes y mizrahíes (oriundos de los países árabes), del otro, se remontan a las primeras décadas de vida del Estado de Israel, en los que estos últimos fueron discriminados.
Hacia mitad de los años setenta, los mizrahíes iniciaron una serie de protestas sociales contra las elites askenazíes, aunque todavía la inmensa mayoría de líderes políticos es de origen centroeuropeo, donde nació el movimiento sionista que dio vida al Estado de Israel.
En toda la historia numismática nacional solo un sefardí, el pensador y médico Maimónides, ha aparecido en uno de los ejemplares.
Yaacov Turkel, juez retirado y presidente de la comisión que eligió los nuevos ejemplares, rechazó las críticas con el argumento de que es «irrisorio» hablar de comunidades y grupos étnicos judíos en el Israel de hoy.
«Es perder el tiempo en tonterías», dijo al diario Yediot Aharonot, al recordar que sus propias hijas estaban casadas con mizrahíes.
Según Turkel, a la comisión se le pidió elegir un grupo profesional –políticos, escritores, poetas o artistas– para los billetes y «en ningún momento estudió el origen de los personajes seleccionados».
No obstante, confirmó que la comisión cambió su selección preliminar cuando grupos feministas se enteraron de que iban a ser elegidos solo candidatos varones.
EFE y Aurora